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Por tanto, el cielo he perdido,

Esto yo bien lo sé.

Mi alma, otorgada fiel a Dios,

Seleccionada está para el infierno.10

Con desdeño arrojaré mi guante

En la misma cara del mundo,

Y veré el colapso de este pigmeo gigante

Cuya caída no ahogará mi ardor.

Entonces vagaré como un dios victorioso

Entre las ruinas del mundo

Y, dando a mis palabras fuerza activa,

Me sentiré igual al Creador.39

23

Padre nuestro, que estás en Petersburgo,

Maldito sea tu nombre.

Sea hecho pedazos tu reino,

No sea hecha tu voluntad,

No, ni aun en el infierno.

Danos nuestro pan que nos robaste,

Y paga nuestras deudas,

así como nosotros hemos pagado las tuyas hasta ahora,

Y no nos lleves más lejos en la tentación,

Sino líbranos del mal-la policía de Plehve (el Primer Mininstro zarista)

Y liquida su maldito gobierno.

Pero como eres débil y pobre en espíritu

y en poder y en autoridad,

Abajo contigo, por toda la eternidad.

Amén. 80

A vos mis versos, desenfrenados y audaces,

Ascenderán, oh Satanás, rey del banquete,

Apartaos con vuestras rociaduras, oh sacerdote, y vuestras letanías

Porque nunca, oh sacerdote, estará Satanás detrás de vos.

Vuestro aliento, oh Satanás, mis versos inspira,

Cuando de mi pecho a los dioses desafío.

De reyes pontificales, de reyes inhumanos:

Vuestro es el relámpago que hace temblar las mentes.

Oh alma que vagaste lejos del camino correcto,

Misericordioso es Satanás. ¡Mira a Eloísa!

Como el torbellino extendiendo sus alas,

Pasa él, oh pueblo, ¡Satanás el Grande!

¡Aclamadle, de la razón el gran Vindicadorl

¡Sagrado a vos ascenderán incienso y votos!

Vos, que habéis destronado al dios del sacerdote.63



musica gotica

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sábado, 4 de diciembre de 2010

Tantos sueños que ya no distingo la realidad,
Se han convertido en un mar negro,
me veo a mi misma ardiendo,
pero no entiendo porque,
mi mente ya no me responde,
solo logro comprender que es un castigo.
No quiero ir hacia ese mar,
se ve tan grande y negro que me asusta,
quiero correr,
Pero leó mis pensamientos antes,
sentí sus manos alrededor de mi cadera
Sus manos eran tan calientes,
pude sentir mi piel quemando,
derritiéndose bajo sus hermosas pero diabólicas manos
Mi cuerpo no me responde,
no logro gritar.
Intente con todas mis suspiros quitar sus manos,
pero el esfuerzo fue en vano,
me tenía entre sus garras.
El sufrimiento fue demasiado,
sentía que me derretía
pero no me estaba quemando.
Seguía sin poder verlo,
pero su voz era tan hermosa.

Otra vez leó mis pensamientos,
me volteo con violencia,
quede cara a cara.
Su cara era de un angel,
y sus ojos eran un infierno.
No aguante mucho cuando vi esos labios perfectos,
seguía con la sensación de quemarme pero ya no le di importancia,
sus labios invadieron toda mi mente.


Pegue mis labios sobre los suyos,
eran tan suaves,
tan sabrosos,
entonces entendí mi sueño,
pero fue muy tarde,
ya estaba ardiendo entre las llamas,
pero con el pegado a mis labios,
besarlo era mi un error,
y las llamas eran mi castigo.

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