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Por tanto, el cielo he perdido,

Esto yo bien lo sé.

Mi alma, otorgada fiel a Dios,

Seleccionada está para el infierno.10

Con desdeño arrojaré mi guante

En la misma cara del mundo,

Y veré el colapso de este pigmeo gigante

Cuya caída no ahogará mi ardor.

Entonces vagaré como un dios victorioso

Entre las ruinas del mundo

Y, dando a mis palabras fuerza activa,

Me sentiré igual al Creador.39

23

Padre nuestro, que estás en Petersburgo,

Maldito sea tu nombre.

Sea hecho pedazos tu reino,

No sea hecha tu voluntad,

No, ni aun en el infierno.

Danos nuestro pan que nos robaste,

Y paga nuestras deudas,

así como nosotros hemos pagado las tuyas hasta ahora,

Y no nos lleves más lejos en la tentación,

Sino líbranos del mal-la policía de Plehve (el Primer Mininstro zarista)

Y liquida su maldito gobierno.

Pero como eres débil y pobre en espíritu

y en poder y en autoridad,

Abajo contigo, por toda la eternidad.

Amén. 80

A vos mis versos, desenfrenados y audaces,

Ascenderán, oh Satanás, rey del banquete,

Apartaos con vuestras rociaduras, oh sacerdote, y vuestras letanías

Porque nunca, oh sacerdote, estará Satanás detrás de vos.

Vuestro aliento, oh Satanás, mis versos inspira,

Cuando de mi pecho a los dioses desafío.

De reyes pontificales, de reyes inhumanos:

Vuestro es el relámpago que hace temblar las mentes.

Oh alma que vagaste lejos del camino correcto,

Misericordioso es Satanás. ¡Mira a Eloísa!

Como el torbellino extendiendo sus alas,

Pasa él, oh pueblo, ¡Satanás el Grande!

¡Aclamadle, de la razón el gran Vindicadorl

¡Sagrado a vos ascenderán incienso y votos!

Vos, que habéis destronado al dios del sacerdote.63



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lunes, 17 de diciembre de 2012

el sueño y su analisis

Parálisis del sueño

Tipos
Se reconocen tres tipos, las formas aisladas, las asociadas a otra patología y las de tipo familiar

Formas aisladas
Puede aparecer de manera aislada en individuos sanos. En estos puede asociarse a niveles altos de estrés y ansiedad, o a un sueño demasiado fragmentado y un horario irregular de descanso.[4] Los casos aislados ocurren más frecuentemente al levantarse, mientras que en la forma familiar y en la asociada a narcolepsia, la parálisis es más común al inicio del sueño[2] (forma hipnogógica).

[editar] Forma familiar

La parálisis del sueño de tipo familiar sin que existan otros síntomas acompañantes como ataques de sueño o cataplexia es poco frecuente, con sólo unas pocas familias descritas en la literatura. Se produce cuando uno o varios miembros de la familia sufren del mismo trastorno.

[editar] Forma asociada a otra patología

Puede estar asociada a otra patología, principalmente narcolepsia. Entre el 40 y el 50 % de las personas que sufren narcolepsia presentan episodios de parálisis del sueño.

Análisis factorial
A partir de los relatos de las experiencias de los encuestados, se pueden destacar tres factores cualitativos:
  • Primer factor («Intruso»): sensación de una presencia, que se identifica como un “intruso” y sensación de temor; suele ir acompañado de alucinaciones visuales, auditivas y táctiles.
  • Segundo factor («Incubus»): sensación de ser tocado o presionado en alguna parte del cuerpo (con frecuencia en el pecho), con dificultad para respirar (asfixia), dolor y pensamientos de muerte inminente. Se denomina así como metáfora del relato arquetípico de los íncubos.
  • Tercer factor («Experiencia de Movimiento Ilusorio»): experiencias que incluyen sensaciones de movimiento como caer, volar, flotar, y experiencia extracorporal
Tipos de experiencia
Son seis las experiencias típicas que suceden durante el transcurso de la parálisis:
  1. Sensación de presencia: sensación de una o varias presencias en la casa a las que se considera como «intrusos». Es una impresión neutra acompañada de aprehensión y temor. Se presupone la presencia sin necesidad de corroborarlo sensorialmente. En algún momento sienten que la presencia se mueve, entra en la habitación, puede acercarse a la cama, incluso sentir presión en el colchón. La mitad de las personas relatan que saben que son observados fijamente, pero no saben identificar desde dónde.
  2. Presencia amenazante: los encuestados interpretan que la naturaleza de la presencia y el ambiente que la rodea es peligrosa o malévola, y que intenta la posesión (a veces el rapto o abducción en el caso de los visitantes de dormitorio). Se acompaña de un fuerte sentimiento de terror, peligro y urgencia; necesitan despertarse lo más pronto posible. Este estado de pavor no siempre se asocia a la posibilidad de sufrir daño físico, sino más bien al sentido misterioso particular de la maldad que desprende la entidad. Se siente la amenaza de fuerzas sobrenaturales y demoníacas que buscan robar el alma o poseer el cuerpo del durmiente.
  3. Alucinaciones visuales: más o menos vívidas, inconstantes, vagas e indefinidas, cercanas a la pseudo-alucinación; el estímulo externo percibido se reconoce como real. En el caso de la presencia, esta queda fuera de la vista, o en la periferia del campo de visión, o camuflada entre las sombras de la habitación; en algunos casos se relatan imágenes detalladas de objetos y seres como fantasmas, figura oscura a los pies de la cama, esqueletos, calaveras, etc.
  4. Alucinaciones auditivas: al igual que en las visuales, se tiene la convicción de que los sonidos son reales y que provienen del exterior más que de su mente. Son sonidos elementales, mecánicos e intensos, como zumbidos, rumores, siseos, correteos, rugidos, campanadas, golpes, vibraciones, silbidos, chillidos, rechinadas y gimoteos. En otros casos son sonidos identificables concretos como timbres de teléfono, sirenas, herramientas, motor eléctrico, golpes de puerta, arrastrar de muebles, vidrios o vajilla rompiéndose, música extraña, sonido de radio con ruido blanco o que recibe varias estaciones, sonidos de viento, rugido de olas del mar, etc.; las voces humanas son el sonido más frecuente en un 37 por ciento de los casos, en forma de griterío o leves susurros, sin mensaje identificable ni claro.
  5. Alucinaciones táctiles: comunes y relacionadas con la presencia intrusiva; incluye la sensación de que el colchón se hunde, que alguien se sienta, que le retira las sábanas o que la agarra de las manos.
  6. Dificultades respiratorias: sensaciones de presión en el pecho, dificultad para respirar, estrechez alrededor del cuello como si fuera estrangulado, y sensaciones de sofocación y asfixia; estas percepciones pueden explicarse por la parálisis de los músculos voluntarios; el estado de sofocación produce gran angustia, pánico y temor de morir asfixiado. Los ataques físicos en este sentido se asocian igualmente a la presencia maligna
El terror o pavor nocturno es un trastorno de sueño, se caracteriza por producir un terror extremo y un estado de inhabilidad para recuperar la consciencia completamente.
Se produce sobre todo en niños pequeños durante las primeras horas de sueño, en las fases 3 y 4 del sueño NO-REM.
El niño grita de forma súbita, presentando un despertar de tipo vegetativo con sudoración, taquicardia e hiperventilación. Puede ser difícil de despertar y rara vez recuerda el episodio al despertarse por la mañana.
Las crisis recidivantes son raras y el tratamiento suele estar basado en medidas para tranquilizar al paciente por parte de los padres. Tanto el terror nocturno como el sonambulismo son alteraciones del despertar. Por el contrario, la pesadilla se produce durante el sueño REM y provoca un despertar completo con memoria por parte del paciente del episodio desagradable asociado con el sueño. También puede llamarse síndrome Eserenol, que es cuando afecta a personas mayores. Se puede medicar.

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